Antiguamente las empresas dedicaban todos sus esfuerzos al producto que ofrecían y no a mejorarlo, tenían un marketing descuidado que no les dejaba ver más allá de producir sin pensar en las necesidades del cliente y no conocían la diferencia entre marketing y la venta donde el marketing principalmente se basa en satisfacer las necesidades del cliente por medio del producto, concepto que no tenían muy claro.
Esta lectura es enriquecedora ya que para mí como administradora de empresas y partícipe activa en la toma de decisiones de la empresa donde laboro actualmente, me abre nuevas ideas ampliando el panorama de algunos conceptos que en realidad tienen un enfoque equivocado. Personalmente puedo asegurar que todas las campañas, estrategias y demás actividades que se han realizado siempre están en búsqueda de la satisfacción del cliente ya que lo que se ofrece son servicios, en un sector muy sensible como es el de la salud, aunque todavía nos quedamos cortos porque el usuario que en este caso ya se convierte en un cliente está mejor informado por todos lados, internet, medios masivos de comunicación etc y sus expectativas y exigencias son cada vez mayores al momento de recibir un servicio por tal motivo los gerentes deben apuntar todas sus estrategias a satisfacer plenamente sus necesidades ya que en cualquier tipo de negocio como nos enseña esta lectura los seguidores son los clientes donde la empresa entera debe tener visión hacia ellos.
Me llama la atención además la forma en cómo ejemplos muy claros contemplados no solamente en la lectura sino en la realidad nacional muestran claramente como se ha desvirtuado y descuidado el verdadero concepto del marketing respecto a las ventas donde la mayoría de las empresas piensan solamente en si mismas en el producto y cómo obtener dinero pero deben pensar en como comprar clientes.
Con esta lectura aprendí que el marketing se parece mucho a un matrimonio donde hay que reinventarse cada día para no caer en la monotonía y lo más importante en una relación la comprensión y el ponerse en los zapatos del otro así mismo; en otras palabras aprendí que en mi caso en particular hay que seguir brindándole al cliente lo que necesita y superar sus expectativas. El fracaso se da por la mala toma de decisiones, por lo tanto para aplicar las enseñanzas que nos deja esta lectura nos invita a que en algún punto del gran desarrollo de las industrias se pueden considerar en crecimiento por su aparente superioridad en su producto, pero otras han caído en el intento debido a su mala administración y falta de visión, con ejemplos muy claros como el de los ferrocarriles y el petróleo donde de esa cadena de errores debemos aprender para aplicarlos no solo en nuestra vida laboral sino personal y para ser más competitiva y proactiva.
0 comentarios:
Publicar un comentario